Estudiar en la universidad implica la entrega de múltiples trabajos académicos y, salvo que nos digan otra cosa, hay una normas de maquetación. Ir a la universidad es hacer trabajos
Aunque hay profesores más flexibles con las normas que otros, lo importante es que nosotros sepamos de antemano cuál es la maquetación correcta de un trabajo académico (salvo que nos hagan una especificación diferente) para que no perdamos el tiempo consultándolo cada vez desde que empezamos la carrera hasta que nos sacamos el
eTítulo. Cuando nos ponemos a hacer la maquetación del trabajo para entregarlo, siempre aparecen las clásicas dudas: ¿qué interlineado pongo?, ¿qué margen?, ¿qué tipo de letra escojo? No hay problema: te lo explicamos. Hacer una correcta maquetación de un trabajo académico es relativamente sencillo y prácticamente igual para todos los trabajos. Hay profesores que piden unos márgenes determinados, o un tipo de letra concreto, pero, por lo general, solo hay que seguir esta estructura:
La portada es el anuncio publicitario
No solo es una cuestión estética, que también, sino que la función principal de la portada es que se identifique el tema del trabajo y a su autor, así que hay que incluir el título, nuestro nombre y apellidos, asignatura, curso, grupo, etc. También es una oportunidad para que nuestro trabajo destaque, así que aquí en la portada es donde podemos ser más creativos y hacer algo a todo color o con imágenes impactantes. De esta forma, seguro que no se van a olvidar de nuestro trabajo ni les va a pasar inadvertido, por lo que si lo vamos a destacar, también es aconsejable que lo hayamos trabajado en serio. Si hemos hecho un trabajo flojo que solo queremos aprobar sin más, mejor cumplir con los estándares y no destacar en nada.
La numeración no es un adorno
Es importante que las páginas estén numeradas y que esta numeración concuerde con el índice. Los profesores tienen muchos trabajos que corregir y, a veces, no leen todo en profundidad, sino que se van guiando por los contenidos que apuntamos en el índice. Podemos numerar las páginas en el margen superior o inferior del lado derecho y colocar el número a 2,5 cm del borde. Fundamental es respetar los rangos de titulación: cada uno deberá tener su estilo propio: título, título 1, título 2, subtítulo... para no despistar al lector, ver en todo momento en qué apartado estamos, qué subapartados le corresponden y poder así elaborar finalmente nuestro índice (mejor si es interactivo) con todas las categorías del trabajo.
Los márgenes
Necesitamos que el trabajo sea legible y que no resulte agobiante y, para eso, el texto debe tener “aire” alrededor. En los márgenes superior e inferior debe haber un espacio de 2,54 cm y en los laterales unos 3,5 cm. Si no respetamos estos márgenes (por defecto en Word), el texto resultará agobiante a la vista y no invitará a su lectura. Si los ponemos aún más grandes, parecerá que estamos intentando hacer menos de lo que nos han pedido. La maquetación correcta es esa: 2,54 cm arriba y abajo y 3,5 en los márgenes laterales.
El interlineado adecuado
El texto debe estar a doble espacio entre líneas y triple cuando haya títulos o imágenes. Pero es común también que nos pidan el interlineado de 1,5. Si no especifican nada, usaremos el de doble espacio y así ganamos extensión. Cada página no debe tener más de 30 líneas incluyendo las notas a pie de página, y mucho ojo con que nos queden líneas sueltas al principio o al final de la página (lo que los tipógrafos llamaban líneas viudas y huérfanas). Habrá que cuadrar el texto para que no pase.
Tipografía
Salvo que nos indiquen algo concreto, debemos usar uno de los tipos clásicos de letra (nada de ponerse gótico ni demasiado artístico ni, mucho menos, recurrir a la Comic Sans). Lo habitual es la Times New Roman, la Courier, la Calibri, Avenir, etc. Y aunque queramos que el trabajo parezca más largo de lo que realmente es, no debemos sobrepasar el tamaño 12. En realidad, el tipo de letra más solicitado para los trabajos académicos es la Times New Roman, así que si ponemos siempre esa, nunca nos equivocaremos. También debemos tener en cuenta que, cuando citamos, lo correcto es usar comillas latinas (es decir, estas: «») y que si la cita tiene más de 40 caracteres, entonces no hay que usarlas, pero deberá ir en un párrafo aparte y con un tamaño 10 de letra. Siempre hay que tener muy en cuenta que, a la hora de citar, debemos usar las
normas APA si no queremos que nos llamen la atención, nos bajen la nota o incluso que nos acusen de plagio. Como veis, la maquetación de un trabajo académico es muy sencilla y solo hay que aprenderse estas simples normas. Es cierto que en determinadas asignaturas nos exigen menos, pero si ya conocemos un modelo que funciona, ¿para qué comerse la cabeza?