Estudiar de memoria es aburridísimo, pero a veces resulta imprescindible, por eso, mejor si lo hacemos usando distintas técnicas para memorizar, porque nos resultará más fácil y ameno.
Leer y repetir
Esto no es lo que se dice una técnica innovadora, sino el método clásico para memorizar. Consiste en leer y repetir en voz alta para que nuestra memoria auditiva nos ayude. Podemos cronometrarnos o prepararlo como si fuera un concurso, pero por mucha imaginación que le echemos, sigue siendo un trabajo arduo y pesado, aunque útil.
Si vas a optar por memorizar con esta técnica, cuenta con que necesitarás bastante tiempo y paciencia, así que ni se te ocurra usarla si estás estudiando un examen in extremis.
Historias cortas
Esta técnica de memorización es divertida y útil para, por ejemplo, aprender fechas, series de números, fórmulas y cosas así. Se trata de crear una historia o frase absurda (cuanto más absurda mejor) para recordarla fácilmente. Veamos un ejemplo para entenderlo mejor:
87.6.53.4641.23.1
En la casa de mi vecino de 87 años vivían 6 gatos. Los alimentaba con 53 latas de paté semanales. Un día, dos policías de 46 y 41 años llamaron a su puerta y al abrirla, se escaparon primero 2 y luego 3. Ahora mi vecino solo tiene 1 gato y mucho rencor a la policía.
Absurdo pero fácil de aprender (sobre todo porque lo aprenderemos mientras lo inventamos). Ganaremos muchísimo tiempo y nos será sencillo recuperar la información en el examen aunque estemos nerviosos.
Técnica de la cadena
Similar a la anterior pero más breve: se trata de palabras relacionadas que combinaremos para crear una frase sencilla y fácil de aprender. Por ejemplo, si nos tocara aprendernos las tríadas de Döbereiner, podríamos hacerlo así:
Litio-sodio-potasio: la sopa sabe a pota.
Calcio-estroncio-bario: caes en el barro.
Azufre-selenio-telurio: aquí seco telones.
Seguro que a ti se te ocurren frases mejores, pero lo importante es que pilles la idea.
Oración creativa
Puedes inventarte un par de palabras absurdas que te aprendas fácilmente y que te resuman algo mayor, por ejemplo, veamos qué hacer con los afluentes del río Tajo: Jarama, Guadarrama, Alberche, Tiétar, Alagón, Zézere, Guadiela, Algodor, Ibor, Almonte y Salor, podríamos resumirlo en “Jagataz Gaias”, dos palabras que no significan nada, pero que nos resumen todos los afluentes y que nos será fácil aprendernos sin tener que recurrir a repetir como loros los 11 ríos.
Canciones
¿Sabes esa musiquilla pegadiza que no te sacas de la cabeza? Pues aprovéchala para algo; cambia la letra y pon en ella lo que necesites saberte de memoria y cántala hasta que no necesites tener la letra delante. También ayuda grabarte y escucharte cuando estés en la ducha, cocinando o de camino a clase con tus cascos. La memoria auditiva es tan potente que se te quedará enseguida, e incluso años después seguirás recordándola. Eso sí, cuidado con ponerse a canturrear en el examen.