Realizar un voluntariado no solo tiene que ver con un crecimiento personal y ayudar al prójimo, también destaca mucho en nuestro C.V. Te contamos cómo.
Conectar el voluntariado con objetivos profesionales
Cualquier programa de voluntariado nos va a enriquecer personalmente de una forma impagable, pero si lo conectamos con nuestra rama del conocimiento, además va a ser un plus que va a marcar la diferencia en los procesos de selección.
Al elegir una actividad de voluntariado, es recomendable considerar cómo puede estar alineada con nuestros objetivos académicos y profesionales. Participar en proyectos relacionados con nuestra área de estudio nos permite adquirir experiencia práctica, ampliar nuestra red de contactos (networking), obtener créditos universitarios para reducir las optativas y conseguir antes nuestro eTítulo y demostrar a futuros empleadores que somos capaces de involucrarnos activamente en nuestro ámbito.
El valor del voluntariado en el ámbito profesional
El voluntariado no solo beneficia a las comunidades con las que colaboramos, sino que también es una herramienta muy útil para desarrollar habilidades personales y profesionales.
En un proceso de selección reñido en el que todas las personas que optan al puesto tienen el nivel de estudios requerido, idiomas y disponibilidad, incluir nuestras experiencias de voluntariado en el currículum puede marcar la diferencia, ya que demuestran nuestro compromiso, responsabilidad y disposición para salir de la zona de confort.
Pero no solo eso, haber hecho voluntariado también demuestra, más allá de nuestra palabra o de lo bien que nos vendamos en el currículo que sí poseemos una serie de habilidades blandas (como, por ejemplo, trabajo en equipo, empatía, resolución de conflictos, inteligencia emocional u otras) que son altamente valoradas en el mundo laboral.
Además, los diferentes tipos de voluntariado permiten ganar experiencia práctica en áreas relacionadas con nuestra carrera y adquirir, por lo tanto, una experiencia demostrable aunque seamos jóvenes y nos falte la siempre requerida experiencia laboral.
Voluntariado en el ámbito educativo
Para quienes estudian carreras relacionadas con la docencia, la pedagogía o la psicología, el voluntariado en organizaciones que ofrecen apoyo escolar o programas de alfabetización es una opción ideal.
Estas actividades permiten poner en práctica los conocimientos adquiridos durante nuestra carrera y desarrollar habilidades como la empatía, la organización y la capacidad de adaptación a diferentes contextos.
Por ejemplo, colaborar con programas de mentorías para jóvenes o participar en proyectos que ayuden a reducir la brecha educativa en comunidades desfavorecidas puede aportar un aprendizaje significativo y práctico para nuestro futuro profesional.
Proyectos de voluntariado en salud y bienestar
Los estudiantes de carreras como medicina, enfermería, fisioterapia o nutrición pueden encontrar en el voluntariado una oportunidad para aplicar conocimientos académicos y adquirir experiencia en contextos reales.
Participar en campañas de salud comunitaria, colaborar en bancos de alimentos o formar parte de iniciativas de prevención y educación en salud son algunas de las opciones más enriquecedoras. Además, estas actividades pueden fomentar el desarrollo de habilidades interpersonales, como la empatía, la comunicación asertiva y la escucha activa.
Voluntariado relacionado con el medio ambiente
Para quienes estudian carreras vinculadas a las ciencias ambientales, la biología o la ingeniería, las actividades de voluntariado en conservación y sostenibilidad son una excelente manera de adquirir experiencia en el sector.
Participar en la limpieza de espacios naturales, en programas de reforestación o en proyectos de investigación para la preservación de especies son ejemplos de actividades que no solo contribuyen al cuidado del planeta, sino que también permiten establecer contactos con profesionales del área.
Este tipo de voluntariado demuestra compromiso con causas globales y habilidades de trabajo en proyectos colaborativos.
Colaboraciones en proyectos culturales
Los estudiantes de disciplinas como humanidades, artes o comunicación pueden encontrar en el voluntariado cultural una vía para ampliar sus horizontes y poner en práctica sus conocimientos.
Participar en festivales, museos, bibliotecas o eventos artísticos puede enriquecer el currículum y proporcionar experiencia en gestión cultural, organización de eventos y trabajo con diferentes públicos. Este tipo de proyectos también fomenta habilidades organizativas y de comunicación que son altamente transferibles a distintos ámbitos profesionales.
Voluntariado en tecnología e innovación
En carreras relacionadas con la informática, la ingeniería o el diseño, colaborar como voluntario en proyectos tecnológicos puede abrir puertas a nuevas oportunidades.
Participar en iniciativas como la enseñanza de habilidades digitales a comunidades vulnerables, el desarrollo de plataformas para organizaciones sin ánimo de lucro o el diseño de soluciones tecnológicas accesibles son experiencias que aportan un valor añadido al currículum.
Además, estas actividades permiten ampliar nuestra red de contactos en el ámbito profesional y estar al día con los avances en el sector.
Voluntariado útil para la rama de Ciencias Sociales
Los estudiantes de Derecho, Criminología, Sociología, Políticas y, aunque no sean de esta rama, también los de Psicología pueden hacer voluntariado en centros penitenciarios, centros de inserción social o centros de menores infractores.
Este tipo de voluntariado ofrece una posibilidad única de aprender sobre los problemas estructurales, las características socioculturales de la población implicada y desarrollar capacidades tan valiosas como el pensamiento crítico, la resolución de conflictos, la resiliencia, la empatía y el pensamiento lateral.
Un voluntariado de estas características ofrece, además, una ventaja respecto a los demás voluntariados ya que son lugares de difícil acceso para la ciudadanía y la inmensa mayoría de las personas tienen un profundo desconocimiento de cómo funcionan y qué ocurre tras los muros de esos lugares.
Programas de voluntariado internacionales
Para quienes desean combinar el voluntariado con una experiencia intercultural, los programas internacionales son una opción interesante. Participar en iniciativas en otros países nos expone a contextos diferentes, mejora nuestras habilidades de comunicación intercultural, el uso de idiomas y refuerza competencias como la adaptabilidad y la resiliencia.
Además, estas experiencias enriquecen el currículum al demostrar que somos capaces de trabajar en entornos diversos y enfrentar retos.
Cómo destacar el voluntariado en el currículum
Es importante incluir el voluntariado en una sección específica del currículum, resaltando las actividades realizadas y las habilidades adquiridas.
Detallar cómo estas experiencias están relacionadas con nuestra carrera profesional o cómo contribuyeron a desarrollar competencias específicas puede marcar la diferencia en procesos de selección. Además, el voluntariado puede ser un tema interesante que podemos destacar en entrevistas laborales, ya que refleja compromiso, empatía, solidaridad y proactividad.
Desarrollo de habilidades transversales
Independientemente del área de estudio, las actividades de voluntariado nos permiten desarrollar competencias clave como la resolución de problemas, la gestión del tiempo y el trabajo en equipo. Estas habilidades son aplicables a cualquier profesión y aportan un valor añadido que los reclutadores valoran especialmente. Además, participar en proyectos con objetivos claros y resultados visibles nos ayuda a demostrar iniciativa y compromiso, características que son esenciales en cualquier ámbito laboral.